umami: MERCADO DE SAN ANTON

¡Buenisimas noches!
Una de las cosas que más me gusta es comprar en mercados. Considero que no hay nada más auténtico que ver lo que vas a comprar de una manera tan natural. La calidad de la materia prima no tiene nada que ver con la de un simple supermercado, asi que os escribo para proponeros un plan de mañana de domingo: si todavía no conoceis el mercado de San Anton en la calle Augusto Figueroa nº 24 en el madrileño barrio de Chueca, deberiais ir a visitarlo.
El simple hecho de poder disfrutar de sus puestos (pescaderia, ibéricos, frutería, carnicería, pastelería, congelados, etc), del cuidado que te inspira el verlos tan bien organizados y tener los productos tan al alcance de la mano es algo que recomiendo sin duda.
Se trata de un mercado recientemente remodelado, en pie desde 1945. En la primera planta, se sitúan todos los típicos puestos de mercado, donde puedes ir paseando entre ellos. A su vez, existe un recoveco según entras, al fondo a la izquierda donde además tendremos la opcion de disfrutar de un pequeño aperitivo.
Durante vuestra visita podréis visualizar una interesante frase que inunda todo el recinto: ``la realidad no existe´´.
En la segunda planta, podréis encontrar puestos de marisquería, arroces, un griego, un italiano, un japonés y una taberna entre otros, para reposar después de haber realizado vuestras compras tomando una tapa o incluso si os vais a casa y no os apetece mucho cocinar, podréis incluso llevaros comida de una calidad excelente.
Por último, una de las cosas más recomendables del mercado es la azotea, en la cual se encuentra un restaurante (reserva anticipada, ya que últimamente está lleno siempre) ``La cocina de San Antón´´ y a la vez un bar, donde hay cómodos sillones para tomar una copa, un aperitivo, un café,... disfrutando de los tejados de madrid.

Por lo tanto, os animo de verdad a que os paseis por allí a dar una simple vuelta. Estoy segura que os va a sorprender, ya que es un mercado con historia y muy especial; un mercado al que no estamos acostumbrados a ver normalmente.
Y quién sabe si acabaréis tomando un aperitivo o un café admirando los tejados de la gran capital...